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Alimentarse en exámenes |
La alimentación cobra en este momento un importancia vital ya que al desgaste físico diario, se une el gran estrés psíquico, por lo que el cerebro deberá estar muy bien nutrido.
Este órgano sólo representa un 2 ó un 3% del peso corporal total, pero es responsable del consumo de un 20% de la energía que extraemos de los alimentos.
Su principal fuente energética es la glucosa, que se obtiene del metabolismo de los hidratos de carbono de los alimentos. Si el aporte de ésta es insuficiente, obtiene energía a partir de otros elementos nutritivos como proteínas y grasas, alternativa poco saludable ya que se producen alteraciones en el metabolismo corporal.
Durante las semanas de exámenes no es preciso aumentar el aporte de calorías, pero si cuidar especialmente el aporte de determinados nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del sistema nervioso (transmisión de impulsos, transporte de oxígeno a las células y regulación del sistema nervioso).
Estos nutrientes intervienen directamente en la concentración, la memoria, el rendimiento intelectual y el estado de ánimo y son:
- Vitaminas del grupo B, concretamente tiamina, niacina, piridoxina, vitamina B12 y ácido fólico
- Vitamina E, determinadas sales minerales (potasio, magnesio y zinc) y oligoelementos (litio, silicio, selenio y cromo).
No son frecuentes los déficits de oligoelementos, puesto que el organismo los necesita en cantidades muy pequeñas y se encuentran ampliamente distribuidos en la naturaleza.
RECOMENDACIONES
- Desayuna cada día. Y hazlo asegurando un desayuno completo para afrontar el día con energía y para evitar déficits de glucosa que puede repercutir negativamente en el rendimiento intelectual. No hemos de olvidar que el estómago lleva sin recibir alimento entre 10 y 12 horas.
- Distribuye la alimentación en 4-5 comidas a lo largo del día. Para evitar la sensación de hambre o estomago vacío entre horas y mantener un nivel adecuado de glucosa en sangre a lo largo del día. En las colaciones se pueden tomar trozos de fruta o zumos, yogures o batidos lácteos, cereales, biscotes, frutos secos, sándwichs vegetales& en lugar de productos más energéticos y menos nutritivos (snacks, repostería, bollería, golosinas etc.).
- Si tienes poco tiempo para hacer la compra o los nervios te hacen perder el apetito, elabora platos más nutritivos: añade clara de huevo rallada o queso o leche a diferentes platos, elaborar ensaladas con frutas, frutos secos, jamón, queso, huevo cocido, atún en conserva, guisantes, maíz..., toma petit suisse mezclado con yogur, etc.
- Planifica bien la jornada: horario de comidas, horas de estudio y de descanso, horas de sueño etc. El consumo excesivo de bebidas excitantes como el café, el té, los refrescos de cola u otro tipo de bebidas estimulantes mantienen la mente despierta pero no aumentan la concentración ni la memoria. Los zumos naturales de frutas u hortalizas, el agua o las infusiones son una opción más saludable y nutritiva.
(Fte: www.consumer.es)
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