"Después de una carrera no puedo perder la ilusión. Queda mucho campeonato y lo importante es cuanto antes agarrarme al carro de carrera. En tres meses he pasado de poder ganar un campeonato a ésto", afirmó.
Sainz destacó que la manera en que se produjo su abandono en la cita monegasca "es lo típico que puede ocurrir allí". "No estaba apuntada la placa de hielo y me salí. Son cosas habituales", comentó el madrileño, recordando una vez más que su futuro será algo que decida a lo largo de este año.
Carlos Sainz vio rota así una racha espectacular en Montecarlo, en donde había subido al podio en once ocasiones, aunque está es su tercera salida en la prueba y siempre ha sido de una manera similar. "Los 'ouvriers' pasan antes y ven las placas y es una labor muy difícil y complicada. Llevaba una racha buenísima y ésta vez no ha podido ser", señaló el madrileño, que a pesar de todo ve como positivo para el equipo en el Mundial de marcas el triunfo de su compañero Sebastien Loeb.
A pesar de ello, Sainz ya piensa en la próxima carrera, el Rally de Suecia que se disputará del 6 al 8 de febrero. "Es muy diferente a Montecarlo y muy específico, es cien por cien nieve. Siempre me ha gustado y lo importante será empezar a sumar puntos, ya que quedan 15 pruebas", manifestó.
De lo que ya esta cansado el madrileño es del sambenito de mala suerte que se le ha colgado desde hace un tiempo. "El qué no corre no se sale y el qué dice eso es que no sabe. Al campeón del mundo (el noruego Petter Solberg) le pasó lo mismo ayer. Ni tengo menos ganas ni se me ha olvidado conducir, es una mala racha", dijo.
Respecto a los rivales este año en la pugna por el título, Sainz tiene claro que Loeb "ha empezado muy fuerte, ya el año pasado demostró mucho llegando al final con opciones al título", mientras que también habrá que contar con "Peugeot, Citroën, Subaru y Ford, que ya ganó muchas pruebas el año pasado".
"El Peugeot 307 WRC es un coche nuevo, pero es rápido, tiene un gran potencial y será difícil de batir", subrayó respecto a la nueva arma de los grandes rivales de Citroën en la pugna por el título de constructores.
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