A diferencia de otros grupos que se hacen de rogar, Alex Ubago subió al escenario puntual. Desde el principio, se llevó al público en el bolsillo. No era la primera vez que acudía a ofrecer un concierto en Pamplona. Su primera vez fue en los Sanfermines de este año, y la segunda (y no por ello la última) se dió cita en el Pabellón Anaitasuna.
El concierto comenzó con el single No te rindas 4ª canción que aparece en su primer disco titulado "¿Qué pides tú?" . Con las siguientes canciones de su único album ya tenía a todos los asistentes, niños, jóvenes y no tan jóvenes, coreando todas sus canciones y moviéndose al ritmo de su música. Hubo momentos en los que se oía mucho más a las personas asistentes coreando sus canciones, que al mismo Álex Ubago.
Una anécdota que se puede relacionar con este concierto, son los botes que dió en el escenario cuando el Pabellón cantó "que bote, que bote, que bote Alex Ubago" el cual lo hizo a la vez que coreaba "que bote, que bote, que bote Iruña".
También entre canción y canción tenía que salir uno de los responsables del concierto, recogiendo peluches y demás cosas que se le tiraban para que se las quedara.
Pasaban las diez y media y Alex Ubago simuló atisbos de su marcha. No podía ser, era pronto para el fin . Resultó la transición a un mini concierto acústico, que proporcionó un aire renovado y fresco. Acabada esta nueva fase del concierto, se despidió del escenario.
Alex Ubago y parte de la banda, interpretaron "Dulce Condena" de Los Rodriguez y un par de nuevas canciones de su próximo disco que saldrá a la venta a finales del año 2003 o principios del año 2004. En el momento que quiso interpretar este par de canciones se disculpó frente al público por saber que éste no podía corear estas canciones y el público lo que hizo fue moverse al ritmo de estas canciones.
Un buen montaje
La puesta en escena mereció un aplauso. Las luces estuvieron sincronizadas con la música e incentivaron la participación del público.
Resultó un concierto estupendo en todos los sentidos. De puesta en escena por parte de Alex Ubago de montaje en el escenario, de luces, y por supuesto, de las ganas del público de gozar y pasarlo bien.
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